Soledad, oh que amarga eres
aveces dulce sueles ser
aunque en eso te esmeres
tu silencio me da placer.
Amarga soledad
siento sin tu compañía
tu me dabas tranquilidad
ahora sólo sufro en agonía.
Dulce eres, oh sí.
En ocaciones el mejor acompañamiento,
fría, escalofriante, así
también cálida, te siento
Pues que tu silencio es tal como eres:
amargo pero complaciente,
ya que en él escucho mis pensamientos, mis deberes
agradezco tu personalidad inconsciente.
Autor(a): Daniela Cruces (Yo).