viernes, 10 de diciembre de 2010

Reflexión

Cuando estoy realmente feliz, me pongo a pensar y me pregunto ¿soy realmente digna y merecedora de ser feliz? Al pensar en esas palabras, se vienen a mi mente imágenes distorsionadas de gente en la pobreza, niños pasando hambre, siendo maltratados y con su dolido corazón, de sus ojos brotan lagrimas de auxilio y desespero... Entonces ¿puedo ser feliz y vivir tranquila pensando en que diariamente miles de personas pasan por estos males? ¿en serio se puede hacer eso...?   
 Tras esas meditaciones, llego a una simple conclusión "En la vida de hoy, no encontraremos la verdadera felicidad ni en el lugar más recóndito del mundo".