Nacida el 29 de Noviembre de 1832 en Germantown, Pensilvania.
Fue la hija del trascendentalista Amos Bronson Alcott y Abigail May. Creció y vivió en Nueva Inglaterra. A temprana edad comenzó a trabajar circunstancialmente como maestra, costurera, institutriz y escritora; su primer libro fue Flower Fables (1855), cuentos originalmente escritos para Ellen Emerson, hija de Ralph Waldo Emerson.
En 1860 comenzó a escribir para la revista Atlantic Monthly, y fue enfermera en el Hospital de la Unión de Georgetown, D.C., durante seis semanas entre 1862 y 1863. Sus cartas a casa, revisadas y publicadas en el Commonwealth, y recopiladas como Hospital Sketches (Escenas de la vida de un hospital) (1863, republicada con adiciones en 1869), demostraron un agudo poder de observación y crónica. Su novela Moods (Estados de ánimo) (1864) también fue considerada prometedora.
Su labor natural de amor, su amplia generosidad, su veloz percepción y su cariño para compartir con sus lectores el alegre humor que radiaba de su personalidad y sus libros la llevó a continuar con sus historias a pesar de que su salud empeoraba. Al final sucumbió a las secuelas del envenenamiento por mercurio contraído durante su servicio en la Guerra Civil. Murió en Boston el 6 de marzo de 1888, el mismo día que su padre era enterrado. Es recordada por la intención moralizante de sus obras, la paz y el sereno humor que emana de ellas, su vivacidad y su romanticismo.
Su precoz talento fue lo que llamó la atención e la prensa, y que posteriormente gracias a su gran talento, llegó a ser muy conocida por su talento.
Su obra más conocida Mujercitas, que incluso se ha llevado a la pantalla grande como película.